Dentro del procedimiento de una ortodoncia existen una variedad de opciones, fijas y removibles, que ayudan a movilizar los dientes haciendo una pequeña presión sobre los mismos para que se acomoden por el hueso de la mandíbula.
En relación al procedimiento, para lograr esos movimientos va a depender de las necesidades individuales, de la posición y la oclusión de sus dientes. Entre los procedimientos tenemos:
Ortodoncia Tradicional: forma parte del tratamiento fijo y es el más común. Para realizar el procedimiento se cuenta con brackets, bandas elásticas y un arco de alambre. Por una parte, los brackets son pegados a la parte frontal del diente y son utilizados como anclajes para realizar el tratamiento; el alambre es colocado a través de los brackets y es sostenido por las bandas elásticas.
La función del alambre es ejercer presión sobre los dientes para moverlos gradualmente a la posición correcta. Por lo general, el ortodoncista ajusta los alambres una vez al mes para alcanzar los resultados en un lapso de uno a tres años.
Casi al final del tratamiento, cuando se retiran los brackets, se debe usar un retenedor en las mandíbulas superiores e inferiores por al menos un año para fijar los dientes en su nueva posición.
Ortodoncia con brackets Damon: los brackets Damon son frenillos dentales autoligables, es decir, se prescinde del uso de bandas elásticas para sujetar el arco de alambre, y en cambio se utiliza un mecanismo de deslizamiento. Con este tipo de ortodoncia, los dientes pueden moverse más libremente, por lo que el tiempo del tratamiento disminuye. Además, estos son más agradables visualmente, ya que son más pequeños en relación a los brakets tradicionales.
Ortodoncia con Invisalign: los invisalign son unos alineadores de plástico transparente hechos a medida, diseñados para desplazar los dientes a la posición correcta. Con este tipo de tratamiento, el paciente debe cambiar los alineadores dos veces al mes, repitiendo la misma acción hasta que los dientes estén en la posición correcta. La ventaja en relación a los otros procedimientos, es que son menos visibles, ofreciendo una ventaja estética y el tratamiento dura menos que con los aparatos tradicionales.
Ortodoncia con brackets linguales: los brakets linguales o los llamados ortodoncia invisible son aquellos que se colocan en el lado interior de los dientes y son la opción ideal para las personas que no quieren sea visible el tratamiento. Funciona casi igual que la ortodoncia tradicional, los dientes son enderezados mediante una ligera presión constante para ayudarlos a moverse a la posición correcta. Este tipo de procedimiento es el más caro.